22 julio 2012

Dignidad moral

Psicografía de Joanna de Angelis por el medium Divaldo Pereira Franco, en la mañana del 16 de marzo de 2012 en Curitiba, Brasil


Se vive hoy en la Terra el momento culminante de la pérdida del sentido moral en beneficio de la vulgaridad y del placer engañoso.

Después de las indiscutibles conquistas de la inteligencia, el ser humano está desquiciado, no lo deslumbran más las glorias y las expresiones del macro así como del microcosmos, y está perdido en los estímulos perturbadores de los goces temporarios, que desearía se volvieran permanentes.

Hay una lucha casi desquiciada en adquirir recursos, legales o no, a fin de participar del banquete del desperdicio y de la lujuria, de la disputa entre los egos autofascinados, utilizándose cualquier método que otorgue el triunfo, sin la mínima consideración por la ética del comportamiento.

Es cierto que en ese terrible combate existen excepciones valiosas que están manteniendo las herencias ancestrales del deber y de la dignidad moral, pagando el caro tributo de la burla de los frívolos y de la falta de respeto de los alucinados.

Parece predominar una conspiración generalizada contra la dignidad moral, que es la base de la sociedad próspera y feliz. Los altos índices de corrupción en las diversas áreas de actividades públicas y privadas asustan; no obstante, es más grave la indiferencia con que los extravagantes, después de ser denunciados, prosiguen la convivencia social creando leyes y administrando los bienes que consiguieron indignamente, como si fueran ciudadanos verdaderos y honestos.

Hay momentos que se muestran difíciles para discernir entre lo correcto y lo incorrecto, la deshonra y la moralidad, tal es la cantidad de justificativas para las conductas incorrectas y fuera de lo común que adquieren respetabilidad, burlando los principios morales de todos los tiempos.

El materialismo se presenta camuflado en denominaciones religiosas que se complacen también en trabajar por los valores de la tierra en perjuicio de los que se relacionan con el Reino de los Cielos, de acuerdo a las sublimes propuestas de Jesús, en nombre de quien sus representantes dicen estar al servicio.

Aumentan los mensajes provenientes del mundo espiritual con honrosas invitaciones a todos  para que despierten y alteren la comprensión alrededor de los fenómenos de la existencia, y presentar un comportamiento compatible con el orden y el progreso.

Diversos estudios profundos y valiosos en varias áreas del conocimiento psicológico y sociológico demuestran que el bien es bueno para quien lo practica, así como la verdadera adquisición de la salud se inicia en el pensamiento equilibrado, exteriorizándose como alegría y bienestar, que superan las imposiciones perturbadoras de la caminata evolutiva.

Nunca se presentaron tantos y excelentes resultados de investigaciones académicas que demuestran el alto significado del amor, de la gratitud, del perdón en la construcción del ser integral como en estos días conflictivos. Así y todo, el volumen de apelos al erotismo y a la violencia oscurece las claridades libertadoras, generando incomodidad y tormenta emocional.

Eso sucede porque el ser humano que investiga la posibilidad de vida más allá de la Tierra todavía no aprendió a vivir en el hermoso planeta que lo abriga y que le sirve de escuela de sublimación.

Es tan indispensable cuanto urgente invertir en la dignidad en todos los comportamientos humanos.